No sólo pusieron esas dos bombas, sino que pusieron otra más, en el aeropuerto de Gran Canaria, un fatídico 27 de marzo de 1977. Esto hizo que el tráfico aéreo se desviase al aeropuerto de Tenerife. El asunto acabó en tragedia: el mayor accidente aéreo de la historia Muy bien explicado (una vez más) por la WikiPedia.