¿Estás calentito en casa tomando sopa y con los calcetines gordos puestos y lo único que te hace falta es que llueva fuera para sentirte como un auténtico marajá hogareño? Pues nada, te pones este ruidito de lluvia de fondo, y ¡hala! a hacer como si ahí fuera no fuese verano y tú no estuvieses zumbado escuchando lluvia grabada