Un último e inexcusable botón (nobleza obliga) y lo vamos dejando por ahora. Eso si, prometo donar desinteresadamente todos esos botoncicos y alguno más a un futuro museo virtual de botoncicos ruidosos en Oink! Y como siempre, estaremos abiertos a cualquier posible sugerencia en los coments sobre ideas sonoras para posibles nuevos modelos